martes, 3 de enero de 2017

La semana trágica de Barcelona

La semana trágica de Barcelona tuvo lugar entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. En esta época podemos decir que casi no existía la democracia ya que el Partido Conservador, de Maura y el Partido Liberal, Sagasta, se turnaban las legislaturas mediante los “pucherazos”. Este término hace referencia de cómo se organizaban el reparto de escaños previo a las elecciones, siendo esto posible gracias a los caciques que controlaban y dominaban una gran influencia. El resto de partidos políticos eran vulnerables e incluso ridículos en números (sólo consiguen representación en las zonas urbanas)

Bien, tras situar el contexto histórico de la época, procedemos a analizar la situación que desencadenó la semana trágica de Barcelona.

Como precedente podemos hablar del altercado surgido en Melilla sobre los obreros que trabajaban en una vía ferroviaria, dónde asesinaron a cuatro de ellos. Tras este suceso y con la pérdida reciente de las colonias españolas en Estados Unidos, Maura, líder del Partido Conservador ante el miedo y la posibilidad de que surgiera en Melilla lo mismo que en Cuba, Filipinas y Puerto Rico mandó a esta zona a las Brigadas Mixtas de Cataluña, Madrid además de otras brigadas con el fin de acabar con la rebelión surgida. Esta publicación causó las protestas en contra de la guerra mediante manifestaciones, artículos en la prensa etc. Generó una serie de incidentes que tuvieron un mayor grado en Barcelona, donde el 18 de julio estalló la tensión mientras embarcaba un batallón. Se produjeron gritos tales como: ¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!

Este suceso y el largo Bipartidismo que se estaba dando dio lugar a movimientos obreros y se creó el partido Solidaridad Obrera, que tuvo un gran recalo en  las zonas obreras de Barcelona y que se creó ya que otro partido surgido con anterioridad (Solidaridad Catalana) se estaba acercando mucho al partido de Maura.
Con la creación de este partido y la situación que había creado la propuesta de Maura de mandar a las brigadas catalanas a Melilla, se desencadenó toda la tensión existente comenzando así, el día 26 de Julio una huelga obrera en los barrios periféricos, donde se encontraban la gran mayoría de fábricas. Esto desencadenó en que el Capitán General de Cataluña nombrara el “estado de guerra”.
Los revolucionarios convirtieron la semana trágica en un levantamiento anticlerical, procediendo a la quema de edificios religiosos, conventos y colegios religiosos. Este alzamiento frente al ámbito religioso se debió a que otorgaban a la religión el atraso que sufría España. La revolución obrera fue reducida gracias a los apoyos soldados procedentes de Zaragoza y Valencia, a quienes les hicieron creer que tenían que reprimir un movimiento separatista.
Tras la disolución de los obreros, se procedió a una gran represión que proclamó 175 destierros, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte.
Una de las condenas a muerte sería la del supuesto máximo responsable de la semana trágica. Esta ejecución supuso el final de Maura en el poder, ya que el Partido Liberal de Sagasta aprovechó la revuelta que esto había causado al igual que como se había mediatizado el resto de Europa para acabar con el poder de Maura.

Datos extraídos de aquí:

No hay comentarios:

Publicar un comentario